(Antología de relatos)
Inés Matute, Inma Luna, Ángeles Jurado, Ana Pérez Cañamares, Marina Sanmartín, Roxana Popelka, Déborah Vukusic, Carmen Camacho
Ed. Baile del sol, 2009
228 páginas.ISBN: 978-84-92528-81-3
Zarpazos
Por Esteban Gutiérrez Gómez
El género breve está de enhorabuena: se acaba de publicar un libro de relatos, de cuentos, de minificciones, una antología escrita sólo por mujeres. Enhorabuena. La narrativa breve no es una excepción al resto de narrativa y, está mal decirlo pero es así, es un mundo dominado por hombres.
Por eso tiene un valor de inicio esta antología, porque nos permite conocer los que escribe la mujer de hoy. Todas las autoras con jóvenes, sus propuestas son atrevidas, innovadoras y podremos llegar a descubrir con ellas “el lado oscuro de la Luna”.
Le siguen las propuestas de Inma Luna, excelente poeta, que busca con sus relatos la reflexión, quizá más terráquea, más con los pies en el suelo, más social, más contra el mundo. Sus micros con armas arrojadizas en busca de heridas. “Pundonor” es una muestra ejemplarizante de lo que escribo.
Tras ella, Ángeles Jurado Quintana, mi primer descubrimiento. Eso es lo que tienen las antologías, que te muestra el hacer de escritores que no conocías. Nunca había leído nada de Ángeles. Historias realmente buenas, escritas con pulcritud, buscando el efecto de impactar al lector. Si piensan que saben todo respecto al clásico “La cenicienta”, lean “Conociendo a la madrastra” y déjense llevar por su prosa encantada. Ninguna de sus propuestas narrativas (cultiva por igual el relato, el cuento y la minificción) me ha dejado indiferente.
Respiro (mejor dicho, inspiro: el cigarrito de después) y vuelvo al libro. Me espera Ana Pérez Cañamares y ya sé que seguiré disfrutando de la lectura. Aún guardo en la garganta el gusto a herrumbre de su anterior libro de cuentos “En días idénticos a nubes”. Cuentos cortos, micros, dentelladas, metáforas de vida (“La gacela y la leona”). Para mi sorpresa, en “Noche de reyes” se permite una sutil ironía que vuelve a hacerme temblar. ¿Acaso no es esa la función del “cuentero”?
Sí, claro que sí. Directo al corazón.
También ya conocía a Roxana Popelka. Y también me gustaban sus anteriores propuestas, siempre al límite de lo acostumbrado, al límite externo, claro, ¿y por qué no? ¿Por qué no si todo cabe si se saben utilizar adecuadamente las palabras?
Conforme a este espíritu transfronterizo, la autora gijonesa vuelve a hilar historias de cada día, monotonía de lluvia tras los cristales, pasando de personaje a personaje sin centrarse en uno de ellos, extendiéndose en datos que puede no interesen al lector pero que hacen focalizar su mente en los verdaderos zarpazos que llegarán más tarde. Sacrifica el ritmo y la intensidad de la narración en pos del efecto sedimento, de la reflexión final que provocan. Es su estilo, la marca de la casa: popelka. Como botón de muestra: “El camino más corto”.
Tras las historias de vidas vacías, de perdedores (todos somos perdedores), Marina Sanmartín. Marina gusta vestir a sus personajes de piel hombruna, gusta sentirlos musculizados y jugar con sus silencios. Inquietantes silencios como “El tic tac de los relojes”. Marina es capaz de trasformarse en pieles ajenas llenas de tinta, profundas criaturas de papel.
Pero si de lo que se trata es de jugar, prepárense por que llega Déborah Vukusic y su mezcla de poemas en prosa y prosa ritmada, o , dicho de otra forma: llega la música de las palabras. No me defrauda Vuk con sus propuestas: atrevidas, erógenas, licuadas; propuestas que te corrompen, de esas por las que te gusta dejarte llevar hasta que (¡hijapu...!) llega el portazo y te quedas en la calle con los calzoncillos por las rodillas. El golpe final maestro de “Delicias, Mon amour”, de “Mustafá y el ruiseñor”; la visualización perfecta de “El grillo di di”; enterito, enterito, su “Borges ha muerto”. Yo también, Vuk, más fuerte.
Y llega el final (cigarrito de satisfacción y sonajero de púas en el cenicero). Entonces me encuentro la segunda sorpresa (¿He escrito antes que en todas -todas- las antologías se descubre siempre algún autor al que seguir?): Carmen Camacho. También había leído poemas suyos y vamos a ver qué tal la prosa. Pues, para ser breve, inmejorable. Sus micros son abismales, verdaderas cargas de profundidad en busca del submarino mental del lector (todos, no dejaría de destacar ninguno de ellos). Pero tendrán que llegar a un relato, “La jaca” para comprender el dominio de esta mujer del lenguaje, su saber hacer, la utilización de silencios y metáforas, la busca de la complicidad del lector. Y, si me lo permiten, una última recomendación. Dejen el relato “Colmaré todos tus sueños” para el final y váyanse a la cama. Carmen y yo escucharemos sus risas desde donde quiera que estemos.
Es, en definitiva, una propuesta divertida y muy interesante. No todo será de su gusto, pero obtendrán una panorámica inmejorable de lo que hoy por hoy están escribiendo las mujeres jóvenes. Eso sí, no busquen clásicos. Aunque, quizá, con el tiempo...
5 comentarios:
Interesantísima esta propuesta, Baco. Nos hacen falta más antologías como esta. Es verdad que a la hora del cuento se acuerdan poco de nosotras. Y qué voy a decir yo que tú no sepas; las hay estupendas, como las que presentas hoy. Sin ir más lejos, la red está llena de buenas cuentistas. Solo hay que detenerse y mirar… Me alegro, y espero que tenga mucho éxito.
Un beso.
Un beso, Luisa.
Ya sabes que la mujer es cuento...
Muchas gracias por el comentario por el todo y la parte que me tocan. Un beso fuerte y un feliz y literario 2010.
hOLA, áNGELES, MUCHAS GRACIAS A TI POR HACERME DISFRUTAR LEYÉNDOTE.
uN BESO
SALUD&SATISFACCIÓN
Me llamo Rafael Rosselló Cuervas-Mons, soy autor y, ahora, autor-editor y os cuento un poco lo que hago y mi trayectoria por si os pudiese ayudar en algo. En el año 2003/2004 publiqué con el sello Span Ediciones una novela "Los contrabandistas del Estrecho"(La ruta del hachís) que tuvo muy buena acogida. Para escribir sobre este tema, durante más de tres años estuve infiltrado con grupos que se dedicaban al tráfico de hachís entre España y Marruecos. Todo lo que cuento en estas novelas está basado en hechos absolutamente reales. Este año, he constituído una editorial, Ediciones Zeppelin, y he sacado al mercado la segunda parte de "La ruta del hachís" que se titula "traficantes", que es una novela que se puede leer sin haber leído Contrabandistas ya que, aunque es la continuación de las aventuras del protagonista, es independiente.
Por otra parte, Ediciones Zeppelin es una editorial que he creado con idea de que autores que no tienen acceso a grades editoriales puedan ver sus obras publicadas y, lo que es más importante, distribuidas por toda España incluyendo grandes superficies. Ediciones Zeppelín ofrece a los autores hacerse cargo de la maquetación, diseño, impresión, gestiones de ISBN y depósito legal de la obra, asesoramiento y distribución por toda la geografía española. Es decir, el autor se convierte en editor de su propia obra, pero amparado por una editorial que, como es obvio, tiene firmado un acuerdo con una importante distribuidora para que esa obra esté en los principales puntos de venta de España, ya que lo principal es la distribución y a un autor que se autopublique no le coge ninguna distribuidora. Lógicamente el autor, al ser coeditor de su propia obra, no se reduce a cobrar los derechos de autor, que como sabeis son mínimos, sino que cobra un tanto por ciento importante del precio de venta del libro al público con lo que se le puede asegurar la recuperación del capital que ha invertido en su edición si la obra se vende normalmente.
Es más o menos, por decirlo con otras palabras, la asociación del autor a la editorial para esa obra determinada.
Si alguno estuviese interesado, puede contactar conmigo por mail a rafaelrossello@hotmail.com ó edicioneszeppelin@gmail.es ó por teléfono al 692035667.
Suerte a todos
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