La enfermedad del lado izquierdo

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El destino no está escrito, ¿o sí? ---------- http://laenfermedaddelladoizquierdo.blogspot.com/

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domingo, 31 de mayo de 2009

Un cuento de Roberto Fontanarrosa


Señores (señoras, señoritas, etcétera), La Liga se ha acabado (larga vida a La Liga). Ha acabado ahora, porque terminarse se terminó hace mucho tiempo. Qué cosa esto del balompié, que hace gritar y hace llorar y hace reir y es lo mejor para la dieta, porque a algunos les deja los platos llenos y les quita las ganas de comer, y a otros un simple resultado, no más unas cifras, les engorda.

Bueno, el caso es que se ha acabado y dentro de unos meses, más o menos tres, volverá a haber partidos del siglo y equipos de las estrellas y jugadas nunca vistas.

Para celebrarlo (para celebrar que esto no es más que un breve paréntesis estival), un cuentito del maestro de los relatos futboleros

Roberto Fontanarrosa


Viejo con árbol



A un costado de la cancha había yuyales y, más allá, el terraplén del ferrocarril. Al otro costado, descampado y un árbol bastante miserable. Después las otras dos canchas, la chica y la principal. Y ahí, debajo de ese árbol, solía ubicarse el viejo.

Había aparecido unos cuantos partidos atrás, casi al comienzo del campeonato, con su gorra, la campera gris algo raída, la camisa blanca cerrada hasta el cuello y la radio portátil en la mano. Jubilado seguramente, no tendría nada que hacer los sábados por la tarde y se acercaba al complejo para ver los partidos de la Liga. Los muchachos primero pensaron que sería casualidad, pero al tercer sábado en que lo vieron junto al lateral ya pasaron a considerarlo hinchada propia. Porque el viejo bien podía ir a ver los otros dos partidos que se jugaban a la misma hora en las canchas de al lado, pero se quedaba ahí, debajo del árbol, siguiéndolos a ellos.

Era el único hincha legítimo que tenían, al margen de algunos pibes chiquitos; el hijo de Norberto, los dos de Gaona, el sobrino del Mosca, que desembarcaban en el predio con las mayores y corrían a meterse entre los cañaverales apenas bajaban de los autos.

—Ojo con la vía, alertaba siempre Jorge mientras se cambiaban.

—No pasan trenes, casi tranquilizaba Norberto. Y era verdad, o pasaba uno cada muerte de obispo, lentamente y metiendo ruido.

—¿No vino la hinchada? ya preguntaban todos al llegar nomás, buscando al viejo. ¿No vino la barra brava?

Y se reían. Pero el viejo no faltaba desde hacía varios sábados, firme debajo del árbol, casi elegante, con un cierto refinamiento en su postura erguida, la mano derecha en alto sosteniendo la radio minúscula, como quien sostiene un ramo de flores. Nadie lo conocía, no era amigo de ninguno de los muchachos.

—La vieja no lo debe soportar en la casa y lo manda para acá bromeó alguno.

—Por ahí es amigo del refer —dijo otro. Pero sabían que el viejo hinchaba para ellos de alguna manera, moderadamente, porque lo habían visto aplaudir un par de partidos atrás, cuando le ganaron a Olimpia Seniors.

Y ahí, debajo del árbol, fue a tirarse el Soda cuando decidió dejarle su lugar a Eduardo, que estaba de suplente, al sentir que no daba más por el calor. Era verano y ese horario para jugar era una locura. Casi las tres de la tarde y el viejo ahí, fiel, a unos metros, mirando el partido. Cuando Eduardo entró a la cancha —casi a desgano, aprovechando para desperezarse— cuando levantó el brazo pidiéndole permiso al referí, el Soda se derrumbó a la sombra del arbolito y quedó bastante cerca, como nunca lo había estado: el viejo no había cruzado jamás una palabra con nadie del equipo.

El Soda pudo apreciar entonces que tendría unos setenta años, era flaquito, bastante alto, pulcro y con sombra de barba. Escuchaba la radio con un auricular y en la otra mano sostenía un cigarrillo con plácida distinción.

—¿Está escuchando a Central Córdoba, maestro? —medio le gritó el Soda cuando recuperó el aliento, pero siempre recostado en el piso. El viejo giró para mirarlo. Negó con la cabeza y se quitó el auricular de la oreja.

—No, sonrió. Y pareció que la cosa quedaba ahí. El viejo volvió a mirar el partido, que estaba áspero y empatado. Música, dijo después, mirándolo de nuevo.

--Algún tanguito? —probó el Soda.

—Un concierto. Hay un buen programa de música clásica a esta hora.

El Soda frunció el entrecejo. Ya tenía una buena anécdota para contarles a los muchachos y la cosa venía lo suficientemente interesante como para continuarla. Se levantó resoplando, se bajó las medias y caminó despacio hasta pararse al lado del viejo.

—Pero le gusta el fútbol —le dijo—. Por lo que veo.

El viejo aprobó enérgicamente con la cabeza, sin dejar de mirar el curso de la pelota, que iba y venía por el aire, rabiosa.

—Lo he jugado. Y, además, está muy emparentado con el arte —dictaminó después—. Muy emparentado.

El Soda lo miró, curioso. Sabía que seguiría hablando, y esperó.

—Mire usted nuestro arquero —efectivamente el viejo señaló a De León, que estudiaba el partido desde su arco, las manos en la cintura, todo un costado de la camiseta cubierto de tierra—. La continuidad de la nariz con la frente. La expansión pectoral. La curvatura de los muslos. La tensión en los dorsales —se quedó un momento en silencio, como para que el Soda apreciara aquello que él le mostraba—. Bueno... Eso, eso es la escultura...

El Soda adelantó la mandíbula y osciló levemente la cabeza, aprobando dubitativo.

—Vea usted —el viejo señaló ahora hacia el arco contrario, al que estaba por llegar un córner— el relumbrón intenso de las camisetas nuestras, amarillo cadmio y una veladura naranja por el sudor. El contraste con el azul de Prusia de las camisetas rivales, el casi violeta cardenalicio que asume también ese azul por la transpiración, los vivos blancos como trazos alocados. Las manchas ágiles ocres, pardas y sepias y Siena de los mulos, vivaces, dignas de un Bacon. Entrecierre los ojos y aprécielo así... Bueno... Eso, eso es la pintura.

Aún estaba el Soda con los ojos entrecerrados cuando al viejo arreció.

—Observe, observe usted esa carrera intensa entre el delantero de ellos y el cuatro nuestro. El salto al unísono, el giro en el aire, la voltereta elástica, el braceo amplio en busca del equilibrio... Bueno... Eso, eso es la danza...

El Soda procuraba estimular sus sentidos, pero sólo veía que los rivales se venían con todo, porfiados, y que la pelota no se alejaba del área defendida por De León.

—Y escuche usted, escuche usted... —lo acicateó el viejo, curvando con una mano el pabellón de la misma oreja donde había tenido el auricular de la radio y entusiasmado tal vez al encontrar, por fin, un interlocutor válido—... la percusión grave de la pelota cuando bota contra el piso, el chasquido de la suela de los botines sobre el césped, el fuelle quedo de la respiración agitada, el coro desparejo de los gritos, las órdenes, los alertas, los insultos de los muchachos y el pitazo agudo del referí... Bueno... Eso, eso es la música...

El Soda aprobó con la cabeza. Los muchachos no iban a creerle cuando él les contara aquella charla insólita con el viejo, luego del partido, si es que les quedaba algo de ánimo, porque la derrota se cernía sobre ellos como un ave oscura e implacable.

—Y vea usted a ese delantero... —señaló ahora el viejo, casi metiéndose en la cancha, algo más alterado—... ese delantero de ellos que se revuelca por el suelo como si lo hubiese picado una tarántula, mesándose exageradamente los cabellos, distorsionando el rostro, bramando falsamente de dolor, reclamando histriónicamente justicia... Bueno... Eso, eso es el teatro.

El Soda se tomó la cabeza.

—¿Qué cobró? —balbuceó indignado.

—¿Cobró penal? —abrió los ojos el viejo, incrédulo. Dio un paso al frente, metiéndose apenas en la cancha—. ¿Qué cobrás? —gritó después, desaforado—. ¿Qué cobrás, referí y la reputísima madre que te parió?

El Soda lo miró atónito. Ante el grito del viejo parecía haberse olvidado repentinamente del penal injusto, de la derrota inminente y del mismo calor. El viejo estaba lívido mirando al área, pero enseguida se volvió hacia el Soda tratando de recomponerse, algo confuso, incómodo.

—...¿Y eso? —se atrevió a preguntarle el Soda, señalándolo.

—Y eso... —vaciló el viejo, tocándose levemente la gorra—... Eso es el fútbol.

viernes, 29 de mayo de 2009

El colibrí blanco (la contra)



"Abandona uno noqueado, felizmente aturdido las páginas de El colibrí blanco, la nueva novela de Esteban Gutiérrez, sacudido por una narrativa magistral que desbroza, a camino entre una prosa de trinchera y la iluminación lírica, nuestro episodio histórico más trágico, aportando una visión personal y caleidoscópica de los espectros emocionales en que se convirtieron los represaliados, de los caminos inusitados y justos que la redención tendría que encontrar para algunos de ellos en alianza con el tiempo.

Antonio Menéndez Seoane, "el Carnicero" es, quizá, uno de los personajes más arrebatadores y de trazo más escalofriante que he tenido la suerte de poder disfrutar en mucho tiempo"

Miguel Ángel Zapata

El día 16 de junio se presentará en Madrid.
Iré ampliando información.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Presentación de los libros de relatos de la Editorial Baile del Sol




El jueves, 28 de mayo, a las 19:30 h.
Presentación de los libros de relatos de la Editorial Baile del Sol...

En días idénticos a nubes, de Ana Pérez Cañamares

y la segunda edición de...


Las mujeres no tienen que machacar con ajos su corazón en el mortero,

de Inma Luna.


Casa del Libro de Fuencarral. C/ Fuencarral, 119 (Madrid) Metro Bilbao.

martes, 26 de mayo de 2009

PERTURBACIONES (fantásticas perturbaciones)



PERTURBACIONES
Antología del relato fantástico español actual
Varios autores
Edición y prólogo del escritor Juan Jacinto Muñoz Rengel

Ed. Salto de Página, 2009

Ni que decir tiene que el cuento en España no se valora, y si es fantástico, se valora menos todavía. Se ve que el mundo de fantasmas, dúplices, desaparecidos, predeterminaciones, abismos mentales, universos paralelos, metamorfosis y bucles temporales (por nombrar algunos ejemplos) no se lleva hoy, no es last.


Y es posible que lo que ahora se valora esté más alejado de la concepción clásica de cuento. Sin embargo, no conviene olvidar los orígenes que el cuento tiene, bien para divisar el faro a la hora de abordarlo, bien para abandonar la luz y adentrarse en terrenos más realistas.


La antología de la que hablamos, PERTURBACIONES, contiene muy buenos ejemplos de autores actuales que cultivan el género fantástico, de casi todas las facetas que éste ofrece y demuestra, a pesar de todo, la buena salud de la que goza.


El antólogo, Juan Jacinto Muñoz Rengel, ofrece en su prólogo un estudio para ayudar al lector a delimitar el género fantástico de otros géneros concomitantes, un estudio que a mí me ha ayudado a ordenar etiquetas. En este sentido, la separación que más cuesta definir es la delgada línea que separa lo fantástico de lo surrealista. Pienso en los mundos oníricos de muchos autores de cuento (muchos de ellos jóvenes) y, la verdad, me era muy dificultoso discernir lo fantástico de los surrealista. Después de las palabras de Juan Jacinto, el panorama se aclara.


La antología tiene el aliciente de contener autores actuales (vivos), ordenados de mayor a menor edad, lo que ofrece una perspectiva de lo que ha evolucionado en género: apenas nada. Un relato fantástico será siempre un relato fantástico. Poe, Cortázar, Borges, Maupassant, Lovecraft y demás espíritus cuentistas estarán orgullosos de sus hijos intelectuales.


Más que interesante es en mi opinión la entrada de microrrelatistas en al antología, cualquiera de ellos (Aparicio, Iwasaki, Zapata) rompiendo esquemas racionales en unas breves líneas, llevándonos a mundos lejanos pero posibles.


Más abajo nombraré a los antologados, pero antes debo descubrirles el autor de la antología (las antologías tienen la facultad de hacernos descubrir autores que hasta entonces nos eran desconocidos o se nos habían pasado por alto) que más me ha sorprendido. Para muchos de ustedes será ya un joven maestro, así que perdónenme el desconocimiento. Se trata de Ignacio Ferrando: un magistral cuentista, de aquellos que utiliza la técnica y el saber para buscar la esfericidad, la perfección formal, el asombro del lector. Después de leer el cuento (el espejo mágico como referente, otro clásico), acudí a Wikipedia para descubrir a un autor que ha ganado casi todos los premios importantes de cuento de este país y que maneja los recursos, ya lo he dicho, de forma magnífica.


Pero cualquiera de los relatos que contiene el libro asegura una lectura amena, una inclusión en mundos perdidos, un paseo espiritual entre lo diferente, otra forma de ver el mundo.


Están antologados en PERTURBACIONES (ordenados por fecha de nacimiento):

José María MERINO

Juan Pedro APARICIO

Cristina PERI ROSSI

Cristina FERNÁNDEZ CUBAS

Pilar PEDRAZA

Norberto Luis ROMERO

Julia OTXOA

Elía BARCELÓ

Laura FREIXAS

Ignacio MARTÍNEZ DE PISÓN

Carlos CASTÁN

Luis GARCÍA JAMBRINA

Ángel OLGOSO

Fernando IWASAKI

Pedro UGARTE

Manuel MOYANO

David ROAS

Félix J. PALMA

Miguel Ángel MUÑOZ

Ignacio FERRANDO

Óscar ESQUIVIAS

Jon BILBAO

Patricia ESTEBAN ERLÉS

Luis Manuel RUIZ

Óscar SIPÁN

Miguel Ángel ZAPATA


No están todos, y lo dije en otro post, pero la muestra sí es muy representativa del cuento fantástico español actual.
Pase y lea, adéntrese sin temor, es sólo un libro.
¿O no?


lunes, 25 de mayo de 2009

Revista Al Otro Lado del Espejo


La revista de narraciones breves sigue su recorrido. Ya está cerrado en número 1 que contará con colaboraciones cuentísticas destacadas. Si deseas colaborar o que alguno de tus relatos pueda figurar en ella visita su blog

sábado, 23 de mayo de 2009

"Quédate donde estás", de Miguel Ángel Muñoz


Quédate donde estás
Miguel Ángel Muñoz

Ed. Páginas de espuma, 2009

Hace unos días tuvo lugar la presentación del nuevo libro de relatos de Miguel Ángel Muñoz. Conocí al autor, al que admiro por la apuesta a favor del género narrativo breve que realiza desde su blog El síndrome Chejov, y compartimos charla amena sobre este mundo del cuento que nos fascina.

Lo primero, lo que más me ha llamado la atención de este volumen de cuentos, es la profundidad literaria en la que se sumerge Miguel Ángel Muñoz. No sólo formal, no sólo en el empleo de las técnicas literarias, que también. Las referencias a autores en los relatos, a actitudes de escritores pudiera decirse, es enorme: Salinger, Kafka, Onetti, Carver, Ford, Chéjov, Tolstoi, Dostoievski, Faulkner, Proust, Rimbaud, Cheever, Cortázar y otros autores desfilan por ellos. No se trata de metaliteratura, es más bien un juego en el que los autores se convierten en personajes y la mente de Miguel Ángel Muñoz les hace actuar en tramas posibles pero irreales con una naturalidad que anula la capacidad de asombro del lector. Más de la mitad de los relatos tiene alguna referencia literaria.

Miguel Ángel Muñoz alterna relatos cortos (que él llama microrrelatos) con otros de mayor longitud. Casi todos los relatos cortos son obras de arte miniada, pero yo destacaría “Quiero ser Salinger”, el primer relato del libro, por la propuesta, franca y directa, que ofrece al lector; y, sobre todo “Vaiven”, una historia imaginaria absolutamente maravillosa en la que Ford y Carver son protagonistas de un “duelo por el cuento”, y “Jabón de Marsella” un delicioso cuento tan entrañable como intenso.

De los relatos largos, habría que destacar dos que me han sorprendido, que me han obligado a una relectura posterior por el placer de volver a leer. Uno es el inquietante “Vitruvio”, cuento de una fantasía al servicio literario que llega a hacerme preguntar hasta qué punto Miguel Ángel Muñoz está sumergido en este mundo de la narrativa, qué fantasma interior le hizo la propuesta del argumento que él desarrolla tan ejemplarmente. El otro es “Los niños hundidos”. Ni idea de lo que pasó con este relato la primera vez que lo leí, eso si lo leí, porque ni lo recordaba. Nada de aquello me era familiar cuando me encontré con él en la antología de cuentos fantásticos realizada para Salto de Página por Juan Jacinto Muñoz Rengel. Después de su descubrimiento, he de considerado un grandísimo cuento por la tensión creada en la narración, por la atmosfera onírica que lo envuelve (un personaje más en la historia, quizá el principal), y por la angustia que esa tensión narrativa y esa atmósfera irreal causa en el lector.
Un último consejo: no dejen de pasarse diariamente por el blog del autor. Es, quizás, el mejor blog español dedicado a la narrativa breve. Ayer mismo publicó una de sus soberbias entrevistas, esta vez a Javier Sáez de Ibarra, ganador del I premio Ribera de Duero de cuentos, con una dotación económica bárbara (pero justa).

viernes, 22 de mayo de 2009

El colibrí blanco


Aquí está la portada de mi nueva propuesta literaria. No tardará en salir al mercado.

jueves, 21 de mayo de 2009

Presentación del libro de relatos “El peluquero de Dios”, de Antonio Crespo Massieu





El jueves 21 de mayo, a las 20:00 horas, Bartleby Editores y la Librería tres rosas amarillas os invitan a la presentación del libro de relatos “El peluquero de Dios”, de Antonio Crespo Massieu. Intervendrán los novelistasInma Chacón, Manuel Rico y el autor.

Presentación del libro de relatos de ADRIANA SERLIK


HAZ DE LUZ en Madrid

Presentación del libro de relatos de ADRIANA SERLIK
Organizador(a):
Legados Ediciones
Fecha:
jueves, 21 de mayo de 2009
Hora:
20:00 - 21:00
Lugar:
Librería del Centro de Arte Moderno
Calle:
Galileo, 52
Ciudad/Pueblo:
Madrid, Spain
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Intervendrán: Agustín Sánchez Antequera (editor), Antonia de J. Corrales (escritora) y Adriana Serlik (autora).

miércoles, 20 de mayo de 2009

Presentación en Madrid de PERTURBACIONES (Antología del relato fantástico español actual)


jueves, 21 de mayo de 2009
Hora:
20:00 - 22:00
Lugar:
Delegación del Principado de Asturias
Calle:
Glorieta Ruiz Jiménez, 1
Ciudad/Pueblo:
Madrid, Spain


PERTURBACIONES es una antología de la última narrativa fantástica española realizada por Juan Jacinto MUÑOZ RENGEL que recomiendo a los amantes del cuento fantástico y surrealista, y a aquellos que quieran acercarse al cuento moderno.

Las antologías, entre otras cosas, te hacen descubrir autores que luego resultarán imprencindibles.

En este caso, conozco a muchos de ellos, y algunos son amigos.

No he acabado la lectura del libro, pero estoy disfrutando con cada una de las propuestas literarias que encuentro.

Estan antologados en PERTURBACIONES (ordenados por fecha de nacimiento):

José María MERINO Juan Pedro APARICIO Cristina PERI ROSSI Cristina FERNÁNDEZ CUBAS Pilar PEDRAZA Norberto Luis ROMERO Julia OTXOA Elía BARCELÓ Laura FREIXAS Ignacio MARTÍNEZ DE PISÓN Carlos CASTÁN Luis GARCÍA JAMBRINA Ángel OLGOSO Fernando IWASAKI Pedro UGARTE Manuel MOYANO David ROAS Félix J. PALMA Miguel Ángel MUÑOZ Ignacio FERRANDO Óscar ESQUIVIAS Jon BILBAO Patricia ESTEBAN ERLÉS Luis Manuel RUIZ Óscar SIPÁN Miguel Ángel ZAPATA

Presentación del libro de relatos “Despeinadas”, de Gema Fernández Esteban


Los personajes de este libro de cuentos habitan esa rendija de luz entre tinieblas de la que hablaba Nabokov. Hombres que se encierran en el baño a pintar mujeres despeinadas, que se muestran adictos al abandono o llenos de recuerdos que no son suyos. Niñas que se descubren feas con avaricia y niñas intactas que sueñan con lobos. Mujeres a quienes quieren con mala letra, que se despiertan con dinosaurios o que envuelven cinco litros de leche en una manta eléctrica (a 37 °C; 98,6 °F) para alojarlos en la curvatura de su espalda. Parejas que alquilan el fin de la tierra después de toda una vida de desencuentros. Parejas que viven amores capaces de mover barcos e islas, o que en la inercia de lo cotidiano apenas aciertan a mantener en pie el frágil tenderete de su amor.
Despeinadas revela la escritura original y distintiva de Gema Fernández Esteban, a través de unos cuentos que indagan en el extrañamiento vital y en la otredad que a veces llegamos a asumir. Unos cuentos que nos hablan de nuestros principios y finales, de la facilidad con la que podemos perdernos en cada trayecto y de lo difícil que a menudo nos resulta mantener el peinado en su sitio.

martes, 19 de mayo de 2009

Dos iniciativas que me alegran: "Nuevos relatos para leer en el autobús" y "Cuentos para hambrientos"



Una de ellas llega desde Granada, de la mano de mi amigo el cuentista Jesús Ortega, y se ha venido a llamar Relatos para leer en el autobús. Esta iniciativa habría que establecerla en todas y cada una de las ciudades españolas. De momento está implantada en Granada con fortaleza (esta es su segunda edición) y se distribuyen gratuitamente la nada despreciable cifra de 12.000 relatos por mes (144.000 ejemplares en total), cada mes de un autor distinto, que luego conforman un libro de lujo (Cuentos del Vigía)que se puede adquirir en la librerías.

Mi enhorabuena por la iniciativa a todos los implicados.

Los cuentistas de este año son:


























La otra iniciativa llega desde Getafe (Madrid) la han tomado las muchachas y muchachos del CPJH , todos ellos alumnos del Ilustrísimo Catedrático y Doctor en Ficción, Don Miguel Ángel Martín, que han editado un precioso libro de relatos, ilustrado por uno de ellos (Adolfo Gilaberte, ojo al nombre que sonará), y donde me encuentro con un buen puñado de amigos (Lourdes García, Gilaberte, Carlos Ollero, Carmen Guzmán, Marta del Río, Ana Cubas, Adolfo Sastre, Adolfo Portillo, Oscar Muñoz, Luis Serna, Tomás Alegre, MAM Torrijas, Soledad Davia, Susana Obrero, Esther Rodríguez, Michel Cedenilla, Nieves Sánchez, Antonio Vega y Nuria Lara).
Estos Cuentos para hambrientos están escritos para nosotros, para los lectores voraces. Enhorabuen a todos.
De las dos compilaciones relateras seguiré informando.

Presentación de "Órbita", de Miguel Serrano Larraz, en Madrid


"Órbita", de Miguel Serrano Larraz, en Madrid
Fecha:
martes, 19 de mayo de 2009
Hora:
19:30 - 21:30
Lugar:
Librería Tres Rosas Amarillas
Calle:
San Vicente Ferrer, 34
Ciudad/Pueblo:
Madrid, Spain

lunes, 18 de mayo de 2009

Mario Benedetti (in memoriam)

Se fue un gran escritor, cuyos poemas y cuentos admiro. Un maestro.
La noche de los feos
Mario Benedetti

1
Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia.
Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro.
Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos -de la mano o del brazo- tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas.
Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura.
Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aun en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal.
Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína. Por lo menos yo he sido siempre capaz de admirar lo lindo. Mi animadversión la reservo para mi rostro y a veces para Dios. También para el rostro de otros feos, de otros espantajos. Quizá debería sentir piedad, pero no puedo. La verdad es que son algo así como espejos. A veces me pregunto qué suerte habría corrido el mito si Narciso hubiera tenido un pómulo hundido, o el ácido le hubiera quemado la mejilla, o le faltara media nariz, o tuviera una costura en la frente.
La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella, y luego le hablé. Cuando se detuvo y me miró, tuve la impresión de que vacilaba. La invité a que charláramos un rato en un café o una confitería. De pronto aceptó.
La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro. Mis antenas están particularmente adiestradas para captar esa curiosidad enfermiza, ese inconsciente sadismo de los que tienen un rostro corriente, milagrosamente simétrico. Pero esta vez ni siquiera era necesaria mi adiestrada intuición, ya que mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas. Un rostro horrible y aislado tiene evidentemente su interés; pero dos fealdades juntas constituyen en sí mismas un espectáculos mayor, poco menos que coordinado; algo que se debe mirar en compañía, junto a uno (o una) de esos bien parecidos con quienes merece compartirse el mundo.
Nos sentamos, pedimos dos helados, y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo.
"¿Qué está pensando?", pregunté.
Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma.
"Un lugar común", dijo. "Tal para cual".
Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo.
"Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?"
"Sí", dijo, todavía mirándome.
"Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida."
"Sí."
Por primera vez no pudo sostener mi mirada.
"Yo también quisiera eso. Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo."
"¿Algo cómo qué?"
"Como querernos, caramba. O simplemente congeniar. Llámele como quiera, pero hay una posibilidad."
Ella frunció el ceño. No quería concebir esperanzas.
"Prométame no tomarme como un chiflado."
"Prometo."
"La posibilidad es meternos en la noche. En la noche íntegra. En lo oscuro total. ¿Me entiende?"
"No."
"¡Tiene que entenderme! Lo oscuro total. Donde usted no me vea, donde yo no la vea. Su cuerpo es lindo, ¿no lo sabía?"
Se sonrojó, y la hendidura de la mejilla se volvió súbitamente escarlata.
"Vivo solo, en un apartamento, y queda cerca."
Levantó la cabeza y ahora sí me miró preguntándome, averiguando sobre mí, tratando desesperadamente de llegar a un diagnóstico.
"Vamos", dijo.

2
No sólo apagué la luz sino que además corrí la doble cortina. A mi lado ella respiraba. Y no era una respiración afanosa. No quiso que la ayudara a desvestirse.
Yo no veía nada, nada. Pero igual pude darme cuenta de que ahora estaba inmóvil, a la espera. Estiré cautelosamente una mano, hasta hallar su pecho. Mi tacto me transmitió una versión estimulante, poderosa. Así vi su vientre, su sexo. Sus manos también me vieron.
En ese instante comprendí que debía arrancarme (y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso. No éramos eso.
Tuve que recurrir a todas mis reservas de coraje, pero lo hice. Mi mano ascendió lentamente hasta su rostro, encontró el surco de horror, y empezó una lenta, convincente y convencida caricia. En realidad mis dedos (al principio un poco temblorosos, luego progresivamente serenos) pasaron muchas veces sobre sus lágrimas.
Entonces, cuando yo menos lo esperaba, su mano también llegó a mi cara, y pasó y repasó el costurón y el pellejo liso, esa isla sin barba de mi marca siniestra.
Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble.

Revista digital La biblioteca imaginaria


LA BIBLIOTECA IMAGINARIA
Novedades a fecha 18/5/2009
- Conversamos en diferido con SERGIO DEL MOLINO.
- Malas influencias, de Sergio del Molino, reseña escrita por Cristina Monteoliva.
- Podría hacerte daño, de Juan Luisa Castro, reseña escrita por Pedro Crenes Castro.
- Contra la vida quieta, de Elvio Romero, reseña escrita por Sergio Rojas García.
- Nueva entrega de NOTICIAS/PROMOCIÓNATE
No se pierdan la entrevista de Sergio del Molino y la reseña de Malas influencias, libro que tengo ganas de leer, pero en estas fechas... por otro lado, me alegra la reseña del último libro de cuentos de Luisa Castro.

jueves, 14 de mayo de 2009

Homenaje a Cortázar en la Feria del Libro de Sevilla


Homenaje a Cortázar:
"Cortázar, 25 años después. Encuentro de Cronopios".


Domingo 17 por la tarde:

20.00 h.: Mesa redonda (Carpa de la Feria del Libro; Plaza Nueva): Participantes: Carmen de Mora (profesora de la US), "La revolución cuentística de Cortázar".; J.J. Parra (arquitecto, profesor de la ETSAS), “Instrucciones para imaginar una escalera tomada"; Nieves Vázquez (profesora de la UCA), “Cortázar y el diálogo con otras artes”; F. Iwasaki (cronopio), “ Hasta el límite de las gunfias”, Mariángeles Fernández, “La historia de los cronopios inéditos respecto de la edición de Sudamericana de 1962”; Claudio Pérez Míguez (Coordinador del Centro de Arte Moderno), “La génesis de los cronopios inéditos”, Raúl Manrique Girón (Director del CAM), “La edición de los cronopios inéditos”, José María Passalacqua, “El trabajo de calígrafo en relación con un texto de un autor contemporáneo”; y C. Álvarez Garriga, editor de los “Papeles inesperados”.


21.30 h.: Pre-estreno de la película de Diego Sabanés “Mentiras piadosas”, basada en “La salud de los enfermos”, con la presencia y presentación de Sabanés ("Cuentos cruzados-el origen de la película Mentiras piadosas") y posterior coloquio.


Lunes 18, por la noche 22.00 h. Concierto de Jazz (piezas de Charlie Parker interpretadas por M. Calleja y su trío), organizado por Apoloybaco y patrocinado por el CICUS.

Yo si estuviese en Sevilla ( o alrededores) no me lo perdía.
Fotografía. Gracias.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Presentación del libro de cuentos"Vasos sucios en la madrugada"


Hoy en Oviedo
en LibrOviedo a las
19 h.
Presentación del libro
"Vasos sucios en la madrugada"
(Septem Ed.)
de
Manolo D. Abad

martes, 12 de mayo de 2009

Revista digital La Bilioteca Imaginaria


LA BIBLIOTECA IMAGINARIA
Novedades a fecha 11/5/2009
- Cuentos rotos, de Carlos Herrero, reseña escrita por José Cruz Cabrerizo
- Perturbaciones, Varios autores, reseña escrita por Cristina Monteoliva
- El mundo, de Juan José Millás, reseña escrita por Pedro Crenes Castro.
- Cuando tu rostro era niebla, de Mario de los Santos, reseña escrita por Cristina Monteoliva
- Nueva entrega de NOTICIAS/PROMOCIÓNATE.
En noticias destaco:
PRESENTACIÓN DE SARTA DE CUENTOS Y OTROS RELATOS EN GRANADA
El martes 12 de mayo tendrá lugar en Granada la presentación de Sarta de cuentos y otros relatos, segundo libro de cuentos del escritor Raúl Rubio Millares. El acto tendrá lugar en Librería Babel, en su sede de C/Gran Capitán (Granada), a las 19.00

lunes, 11 de mayo de 2009

Presentaciones de libros durante la semana





Miércoles, 13 de mayo


20:00 horas en tres rosas amarillas


Presentación de REVELACIONES Y MAGIAS


de Miguel Ángel Zapata


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"Órbita", de Miguel Serrano Larraz, en Barcelona
Organizador(a):
viernes, 15 de mayo de 2009
Hora:
19:00 - 21:00
Lugar:
La Central del Raval
Ciudad/Pueblo:
Barcelona, Spain


Con Jorge Carrión y el autor.


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SÁBADO 16 DE MAYO



21:00h
EL DORADO-ESPACIO MAE
C/ALZIRA Nº25
VALENCIA


Por cierto que el blog de Al Otro Lado del Espejo está situado en el número 5 del ranking de blogs literarios en castellano. Buen trabajo el de los chicos de La Vida Rima.

viernes, 8 de mayo de 2009

Presentación de LA EDAD DEL ÓXIDO


Este viernes 8 de mayo, a las 20 horas, la Editorial Laria y la Librería
tres rosas amarillas te invitan a la presentación de LA EDAD DEL ÓXIDO,
antología de jóvenes narradores asturianos, prologada por Rafael Reig.
(H)ojea el libro, charla con los autores, tómate un vinito, anímate, que te
lo firmen, que te den un par de besos, que os echéis un par de risas,
escucha un poco de la jam, pica algo, otro vinito, otra firmilla, un poco
más de conversación... VENTE.

Librería tres rosas amarillas
San Vicente Ferrer 34
28004 Madrid
Metro Tribunal
915 228 108
www.tresrosasamarillas.com

jueves, 7 de mayo de 2009

JOHNNY GUITAR


[ .......
–Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años.
–Te he esperado todos estos años.
–Dime que morirías si yo no hubiese vuelto.
–Moriría si no hubieses muerto.
–Dime que todavía me quieres, como yo te quiero.
–Todavía te quiero, como tú me quieres a mi.
–Gracias. Muchas gracias.
......]

martes, 5 de mayo de 2009

Presentación de "Las mujeres no tienen que machacar con ajos su corazón en el mortero"



Presentación
"Las mujeres no tienen que machacar con ajos su corazón en..."
de Inma Luna
Libro de cuentos
Ediciones Baile del Sol

miércoles, 06 de mayo de 2009
19:00
Centro de la Mujer “Rosa de Luxemburgo” 1ª planta, Sala de Usos Múltiples
Calle: El Charco, 23 Leganés,
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Dante Medina escribió sobre estos cuentos:"Los amores extraños, los incomprensibles (¿hay de otros?), la ternura sórdida y la desesperanza, la simulación y la mentira para sobrevivir a corazón abierto, la fantasía como refugio y escondite, el vómito psicoanalítico, el amor desmedido que acaba en un abrazo fúnebre, el panteón en que se ama en la miserable ciudad, el sabor del cuerpo, la identidad perdida y buscada, y el recorrido por el interior femenino como si se tratara (¡que sí!) de un campo minado de cicatrices, contradicciones, entumecimientos, monotonías, desilusiones, en un laberinto donde todos los senderos conducen a la palabra "escape", una forma de muerte o la muerte misma: sopa de a-diario, menú único. Y detrás de todo, una clave a la que nos conduce el olor que permite llegar al sabor: el hogar. En todos los sentidos emocionales e intelectuales del vocablo, del boca-hablo: casa, familia, amor, fuego, fogón: alimento, en suma".

lunes, 4 de mayo de 2009

La biblioteca imaginaria



Una nueva entrega de estos granadinos que incluye, como casi siempre, alguna referencia al cuento. He decidido colocar un link permanente en mi página personal, BACOvicious, de LA BIBLIOTECA IMAGINARIA, actualizable cada vez que se actualicen sus contenidos. Independientemente de ello, haré una entrada en este blog cuando el tema cuento esté presente.
Buen trabajo.

LA BIBLIOTECA IMAGINARIA
Novedades a fecha 4/5/2009

- Cara a cara con RAÚL RUBIO MILLARES
- Sarta de cuentos y otros relatos, de Raúl Rubio Millares, reseña escrita por Cristina Monteoliva.
- Hermana Muerte, de Justo Navarro, reseña escrita por Pedro Crenes Castro.
- El llano en llamas, de Juan Rulfo, reseña escrita por Raúl Rubio Millares.
- Cuando el rojo es negro, de Qiu Xialong, reseña escrita por Cristina Monteoliva.
- Nuevos enlaces.