Nunca se encontrarían”
Miguel Torga “Otoño”
Vías paralelas
Después de cenar, veían juntos la televisión. Apenas hablaban y si lo hacían, nadie deduciría de ello una conversación. Después se acostaban, se deseaban buenas noches con un beso y dormían. Hasta la tarde siguiente, ya al anochecer, no volverían a verse. Se diría que todos aquellos años otorgaban la conformidad a su matrimonio, pero en realidad siempre había sido así. Sus vidas eran dos raíles de tren, vías paralelas. Nunca llegarán a encontrarse.
3 comentarios:
Precioso, y triste a la vez.
El Síndrome de las Vías Paralelas, común, casi endémico.
Parece ser que sólo un desastre ferroviario puede alterar el tedioso ritmo de los hechos.
Me pregunto si habrá alguien por ahí que no haya nunca caminado por esas mismas vías.
Paz, amigo, y gracias por este excelente post.
Daniel.
Gracias Cris y Daniel por pasaros por aquí.
Este micro, basado en el aún más micro de Miguel Torga (extraido de su cuento "Otoño" con la técnica que mi amigo el poeta David González da en llamar "La caza espiritual") da inicio a mi próximo libro de relatos.
Será triste, sin duda. Pero la cabeza dicta lo que dicta...
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