miércoles, 5 de noviembre de 2008
El sofá rojo, un nuevo blog dedicado al mundo del cuento
Pues lo dicho, una nueva Revista literaria dedica al relato y al microrrelato.
He tenido el honor de inaugurarla con un relato inédito. Os dejo una líneas del mismo y enlazó con la página de la Revista El Sofá Rojo para que podáis leer el resto.
Aquel lapicero de Cinzano
Las noches son interminables y ya no se revuelve en la cama como antes. Está quieta, boca arriba, con los párpados apretados a la espera de que los cubra de oro la luz. No quiere dormir. Prefiere pensar, ocupar la mente con el zumbido de las moscas en la cocina, con los ladridos lejanos en el páramo, contando los descorches del yeso de la fachada que caen al suelo –frutos vencidos por la helada–, como la muda vieja de las serpientes. Pero el sueño vuelve y, otra vez, la ve correr por el sendero del río, camino de casa. Entonces, despliega las pestañas como para despertarse, pero la luz no ha llegado. No es que no quiera soñarlo, es que sabe que nunca podrá dar una explicación. Ella lo sabe. Está resignada desde hace mucho. Ella sí, pero la otra, la niña que la habita mientras duerme, no. [....]
Sigue leyendo aquí
Bueno, Delia Olmos y Juan Javier Murillo, mucho éxito con esta aventura.
Todo por el cuento.
He tenido el honor de inaugurarla con un relato inédito. Os dejo una líneas del mismo y enlazó con la página de la Revista El Sofá Rojo para que podáis leer el resto.
Aquel lapicero de Cinzano
Las noches son interminables y ya no se revuelve en la cama como antes. Está quieta, boca arriba, con los párpados apretados a la espera de que los cubra de oro la luz. No quiere dormir. Prefiere pensar, ocupar la mente con el zumbido de las moscas en la cocina, con los ladridos lejanos en el páramo, contando los descorches del yeso de la fachada que caen al suelo –frutos vencidos por la helada–, como la muda vieja de las serpientes. Pero el sueño vuelve y, otra vez, la ve correr por el sendero del río, camino de casa. Entonces, despliega las pestañas como para despertarse, pero la luz no ha llegado. No es que no quiera soñarlo, es que sabe que nunca podrá dar una explicación. Ella lo sabe. Está resignada desde hace mucho. Ella sí, pero la otra, la niña que la habita mientras duerme, no. [....]
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Bueno, Delia Olmos y Juan Javier Murillo, mucho éxito con esta aventura.
Todo por el cuento.
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2 comentarios:
Muchas gracias por todo, Esteban. El sofá rojo no se podría haber inaugurado mejor. Tu apoyo y tu generosidad son muy importantes para nosotros.
Un abrazo.
Juan Javier Murillo
Muchas de nada. A ver si el resto de blogs de cuentistas (que los hay, y muy buenos) os tienden una mano.
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